En la sociedad en la que vivimos nos hacen creer que la única manera de demostrarles amor a nuestros hijos es a través de regalos, es por ello, que desde
pequeños llenamos su habitación de juguetes y cumplimos todos sus pedidos. En relación a ello, te vamos a hablar de un sindrome que se ha vuelto una tendencia en este siglo XXI. Aparece todo el año pero se acentúa en ciertos momentos
como Reyes o Navidad; con respecto al tema, psicopedagogos, psicólogos y pediatras advierten que esta conducta es muy peligrosa para el crecimiento
emocional de los niños. Sus causasEn ocasiones, los padres se sienten culpables porque su trabajo no les permite pasar el tiempo que realmente quisieran con sus hijos, así que intentan suplir esa
carencia con regalos pensando que así serán más felices; lamentablemente los obsequios les alegran momentáneamente. Consecuencias- Los continuos regalos producen en el niño un efecto anestesiante, restándole importancia al esfuerzo y la generosidad. Da por hecho que debe recibir
regalos y estos apenas le producen emoción o desaparece a los pocos minutos, queriendo otra cosa.
- El niño va creciendo con una insatisfacción continua que se extiende a otros aspectos de su desarrollo emocional.
- Otro comportamiento muy notorio en el niño hiperregalado es la ansiedad, que muestra al momento de rasgar el envoltorio y pasar a otra cosa de
manera inmediata y frenética. Con el tiempo, esta ansiedad permanente lo conduce a un comportamiento compulsivo, deseando siempre algo y hartándose
fácilmente de todo.
- La apatía hacia los regalos se combina con tristeza, ya no quiere jugar con ellos, no le motivan. La situación puede llevar hasta una desolación donde
hay llanto si no recibe nuevos regalos.
- El niño se vuelve demandante con los adultos que le rodean, los considera responsables de satisfacer sus deseos, más allá de los regalos.
- Siempre desea lo que otro niño tiene.
- Usa el regalo como método de chantaje, especialmente en casos de padres divorciados o si el adulto le pide que haga sus deberes.
- Se vuelven niños con falta de imaginación e ilusión por las cosas; se convierten en personas caprichosas, indecisas que solo dan importancia a lo
material, algo que no es positivo ni para ellos ni para las personas que forman parte de su vida.
- Hay también síntomas físicos como dolor de cabeza, estómago, palpitaciones, desajustes en el sueño (insomnio, dormir demasiado), sensación generalizada de
tensión.
- Otro síntoma importante es el retorno a conductas infantiles ya superadas, enuresis nocturna.
- Los adolescentes o jóvenes que de niños le dieron regalos en exceso son inmaduros, insaciables, insatisfechos. Los regalos pasan a ser un modo de
competición.
Errores de los padres y cómo prevenirlos- Permitir que el niño asocie la felicidad con regalos, cuando sea mayor la única manera de ser feliz será a través de lo material. Debemos buscar otras
cosas que puedan conseguir despertar su buen ánimo sin recurrir a lo fácil.
- El regalo como mecanismo de chantaje o método educativo. Esto es contraproducente pues el niño no hará lo que se le pide si no le regalamos lo que
quiere; los padres deben enseñarle que tendrá que hacer las cosas sin un incentivo de por medio.
- Utilizar el regalo como manera de demostrar afecto o método para que el niño quiera más a un miembro de la familia que a otro. El afecto puede
demostrarse de muchas maneras y es esencial que el niño se sienta querido sin necesidad de un regalo.
- Desvirtuar el valor económico del regalo. Debemos enseñar al niño el valor económico que supone hacer un regalo, de lo contrario el niño nunca
entenderá el sacrificio monetario que hacen sus padres o familiares.
- Si el niño realiza las tareas, saca buenas notas, recoge su habitación, le regalamos aquello que ha pedido. Muchas de estas actividades son cosas que
el niño debe aprender a hacer sin que obtenga beneficio alguno; los refuerzos positivos no deben ser siempre un regalo.
- El regalo como método para compensar el poco tiempo que pasamos con nuestro hijo. Recordemos que es mejor calidad que cantidad, podremos estar
muy ocupados y aun así darnos un tiempo para nuestros hijos, es importante enseñarle a valorar esos momentos.
- El regalo como algo material. Debemos mostrarle al niño el valor sentimental de los regalos más allá del materialismo, así como lo satisfactorio que
puede resultar regalar y no sólo ser regalado.
Finalmente recordemos... - Si vamos a dar un regalo, quen éste sea útil y necesario. - Aprovechemos el momento de regalar para educar al niño en
valores como compartir, ser solidario, practicar la bondad, generosidad, el ser agradecido, empático y muchas otras capacidades positivas. - Estás a tiempo de cambiar y lograr que los niños comiencen a apreciar lo que tienen y no lo que les falta. Fuentes: La Mente es maravillosa. Etapa Infantil. Aleteia. Bekia Salud. Autor:Ana Belen García D.
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