Quizá suene como una idea arcaica, en un contexto donde la ciencia no tiene lugar. Sin embargo, el movimiento "antivacunas" resurge actualmente, teniendo dentro de su comunidad a padres de familia y hasta médicos que se niegan rotundamente a inmunizar a sus pequeños a través de este método. ¿En qué se basan sus argumentos y cuáles son las consecuencias de esta práctica? Aquí te lo decimos. El más grande descubrimientoLas primeras apariciones de las vacunas datan del siglo XI en la antigua China, en escritos que se refieren a la "variolización" , forma primitiva de vacunación que consistía en introducir en el organismo el pus de la viruela para provocar dicha enfermedad e inmunizar al paciente. Por supuesto, esta práctica no era 100% segura y un número importante de personas contrajeron la viruela de manera crítica y murieron. Con el tiempo, la "variolización" fue introducida en Europa con el mismo fin: atacar la viruela. Fue en 1776, cuando un médico rural inglés, Jenner, descubrió concretamente la vacuna a través de un experimento de inmunización con linfa de viruela vacuna, es decir, de una forma de viruela propia de las vacas y he ahí el origen del nombre. Posterior a Jenner, fue Louis Pasteur quien rebasó todos los hallazgos hasta esa fecha, al demostrar que al administrar una forma debilitada o atenuada del microorganismo que causa la infección se consiguen defensas más puras. Con el paso de los años, Pasteur desarrolló la vacuna contra el cólera, la rabia; y a partir de ahí en manos de demás científicos, contra el tifus, peste, tétanos, difteria, tuberculosis, fiebre amarilla, poliomelitis, sarampión, rubéola, hepatitis A y por supuesto la viruela. Es por ello, que las vacunas son probablemente el descubrimiento médico que más vidas ha salvado en la historia, evitando entre 2 y 3 millones de muertes al año (OMS). Actualmente se han hecho grandes avances en la investigación y desarrollo de vacunas, destacando en el 2018 la comercialización de una nueva vacuna contra el dengue. El lado opuestoSin embargo, a pesar de lo anterior, tenemos a los llamados "antivacunas", un movimiento que cobró impulso hace poco más de una década, a partir de una investigación que involucraba sólo 12 niños y el cual mostraba una relación entre la vacuna del sarampión y el autismo. Tal estudio causó gran impacto en padres de familia, aunque después, fue desacreditado junto con su autor, Andrew Wakfield, por manipulación de datos. Para contrarrestar, se realizaron estudios a gran escala, con más de 90 mil niños y se llegó a la conclusión de que no existe asociación alguna entre tal vacuna con el autismo. Aun así, el movimiento no fue erradicado, tomando lo dicho por Wakfield y cierta serie de argumentos sin evidencia científica, para asegurar que los antídotos médicos son dañinos para la salud. Por otra parte, resulta sorpresivo que, en su mayoría, quienes pertenecen a este movimiento son personas particularmente de clase alta y con gran acceso a libros e información en Internet, especialmente de redes sociales, que resulta estar distorsionada. Gracias a estas creencias, enfermedades como el sarampión, paperas, tos ferina, rubéola, entre otras, han tenido presencia y se han incrementado en diferentes países de todo el mundo. Tan sólo en 2017, en Europa, se registraron más de 20 mil casos de sarampión y 35 muertes a causa de ello. ¿Cuáles son dichos argumentos de los antivacunas? Te los enlistamos: 1. Las vacunas contienen sustancias peligrosas como aluminio y mercurio El "timerosal" es un conservador derivado del aluminio, incluido en las vacunas y que ha puesto en duda la seguridad de la inmunización, principalmente porque se argumenta que contiene metil-mercurio. No obstante, es el etil-mercurio quien tiene presencia y a diferencia del primero, se elimina con mayor rapidez y no se acumula en el organismo. Incluso, la OMS y varios grupos de expertos tras 10 años de estudios, han coincidido en que no hay pruebas de que la cantidad de tiomersal utilizada en las vacunas suponga un riesgo para la salud. (Fuente El Perfil ). 2. Recibir más de una vacuna a la vez es peligroso A muchos padres de familia les da miedo la administración a sus hijos de varias vacunas en una sola aplicación; y de nuevo la OMS sale a recalcar que de acuerdo con evidencia actual no hay efectos negativos en esta práctica; puesto que en el día a día, de igual forma estamos expuestos a múltiples sustancias externas y antígenos, que, en lugar de perjudicarnos, desencadenan respuestas inmunes en el organismo, muchas veces de forma simultánea e ilimitada, al igual que en las vacunas. 3. La protección natural es más efectiva que la de las vacunas Los antivacunas creen que la inmunidad natural causada por las propias infecciones es más apta y eficaz que la de la vacuna como tal. Sin embargo, no consideran que el riesgo de contraer una infección severa de manera "natural" es mucho más grave que de cualquier vacuna recomendada. Por ejemplo, en el caso del sarampión, la consecuencia por inmunidad natural puede causar inflamación del sistema nervioso central, ceguera de por vida y hasta la muerte, en 1 a 3 casos de 100. Mientras que la vacuna causa molestias moderadas y pasajeras, como dolores en articulaciones, disminución de plaquetas y fiebre. 4. Si se tiene buena higiene, saneamiento y agua potable, no es necesaria la vacunación Muchas de las enfermedades infecciosas actuales pueden propagarse y contagiarse independientemente de las medidas higiénicas o de saneamiento que se tengan, pues éstas sólo disminuyen el riesgo de contagio, pero no lo evitan en su totalidad. En cambio, si se erradicaran por completo las vacunas, las enfermedades infecciosas brotarían de inmediato. 5. La medicina natural es mejor Algunos grupos de antivacunas aseguran que la medicina "alternativa" es una opción que puede reemplazar la aplicación de las vacunas. La homeopatía, algunas dietas, uso de complejos multivitamínicos, consumo de tés, ciertos productos herbolarios y prácticas de meditación son algunos ejemplos de este enfoque medicinal. Sin embargo, médicos homeópatas reconocen los grandes beneficios de la vacunación generalizada, sobre todo en la población infantil y agregan que la medicina alternativa puede ayudar a prevenir y tratar los efectos secundarios de las vacunas. Es decir, pueden complementarse. 6. Ya no existen infecciones graves por lo que no hay necesidad de vacunarse Uno de los mitos/argumentos más ilógicos es éste, ya que precisamente, la razón de que ya no tengan presencia infecciones como el sarampión es gracias a la vacunación. Y los brotes actuales de diversas infecciones es a causa de las personas que han dejado de inmunizarse, provocando cientos de muertes al año. La única enfermedad que realmente ha desaparecido es la viruela (El Español), pero las demás continúan existiendo y logran controlarse con la vacunación generalizada. ¿Qué hay de las consecuencias? La difusión de la ideología antivacunas ha creado retrocesos en materia de salud, y existe la posibilidad de que resurjan algunas enfermedades como la polio, que afecta principalmente a menores de 5 años y sus consecuencias van desde parálisis irrevertible hasta la muerte. México, particularmente, se encuentra en ruta de riesgo por casos de sarampión, mientras que en Brasil la fiebre amarilla provocó la muerte de un chileno que se negó a vacunarse. Por otro lado, a favor de las ganancias de los laboratorios farmacéuticos se ocultan los riesgos de esta práctica, especialmente a grupos vulnerables que no tienen acceso a la información y que son mucho más propensos a creer en tales ideas. ¿Cuál es tu opinión acerca de este movimiento? Nos encantaría leerte en los comentarios. Fuentes: Autor:Alejandra Núñez |
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