Un niño nace del amor y el amor es su verdadero origen. Cuando un niño nace no tiene memoria, pues ésta aún no se desarrolla, no razona; un niño pequeño posee una mente distinta, un tipo de inteligencia distinta, el niño adquiere sus conocimientos a través de la psique. Vive, es algo así como una química mental que opera en él, es como una esponja que absorbe impresiones mismas que lo van formando. Un niño aprende viviendo, conoce las cosas por el simple hecho de que están presentes, conoce su esencia, sabe que las cosas son y existen por que percibe su esencia, no necesita estudiar, saber, conocer, simplemente las vive. Paulatinamente a través de estas experiencias que él tiene, se hace hombre, usando su inteligencia y en virtud de haber vivido estas experiencias, un niño vive y se va limitando mientras crece, pues el mismo conocimiento siempre será mucho más limitado, aun que el inconsciente o el subconsciente. Va construyendo su memoria, y empieza a comprender. En cualquier parte del mundo, y hablando con cualquier persona, si se toca el tema de un "Niño" se despierta un absoluto sentimiento de amor. Pues junto a un niño, se disipan desconfianzas, y renace el calor de la llama de la vida pues es ahí en donde esta misma tiene su origen. Si comprendemos la naturaleza del amor, y sabemos que es una energía que suponemos es la base de toda existencia, que cada quien conserva dentro de sí, se expresa y mueve al espíritu percibiendo la belleza de sus expresiones. Se hacen proyectos para unirse, y reconstruirse, el valor del amor debe ser considerado prioridad, realidad que existe y que forma parte de la vida misma, es una energía eterna que nada puede destruir. El amor, es longánimo, es benigno, no es envidioso, no es jactancioso, no se hincha, no es descortés, no busca lo suyo, no se irrita, no piensa mal, no se alegra de la injusticia; se complace en la verdad, lo disculpa todo, cree siempre, espera siempre, lo soporta todo. Todas estas palabras nos recuerdan precisamente las cualidades de los niños, describen exactamente el potencial de LA MENTE ABSORBENTE de ellos. Una mente que lo percibe todo, que no juzga, no retrocede, no reacciona, lo construye y lo vuelve HOMBRE. Autor: Ana Azuela |