Logo Vida Alterna


Compártenos
FaceBookTwitterGoogleCorreoPin it
/www.peques.com.mx/ >Para papás>Incesto emocional o encubierto>

Incesto emocional o encubierto

¿qué es el incesto emocional?

Quienes tenemos pareja e hijos debemos ser muy cuidadosos y saber separar entre los problemas o temas relacionados con los hijos y con la pareja, para evitar caer en un situación tan delicada que se le atribuye el concepto de abuso. Es decir tratar los temas de adultos con nuestros similares y no desahogarse con los hijos, más aún si son cuestiones íntimas.

De lo contrario, a este comportamiento se le llama incesto emocional y hace referencia a una forma de relación inapropiada, normalmente entre padres e hijos. Al contrario que el físico, el incesto emocional puede ocurrir sin que ninguna de las partes implicadas sea del todo conscientes y percibir e identificar el abuso, por ello también se le llama incesto encubierto.

Ante un incesto emocional, los niños, desde muy pequeños, asumen el papel de ser el apoyo emocional de sus padres. Tienen que escuchar cada problema y necesidad que tengan sin importar cuán personal o íntima sea, es así que a los niños se les asigna un rol que debería cumplir un adulto, como la pareja.

Desde luego a esta conducta se le considera una forma de maltrato psicológico que sucede dentro de una familia disfuncional, y que puede dejar secuelas psicológicas en los menores que arrastrarán en la edad adulta.

Lamentablemente estamos ante una realidad clínica poco investigada y tratada, y que por cierto fue descrita por primera vez en los años 90 por la doctora Patricia Love, en su libro "El síndrome del incesto emocional: qué hacer cuando el amor de los padres gobierna tu vida" (1991).

Los niños se convierten en confidentes de sus padres

el niño asume el papel de adulto

El padre o madre no es capaz de mantener una relación íntima con otro adulto, y delega el rol de cónyuge en su hijo o hija. En esta relación el hijo o hija se preocupa en exceso por su padre o madre enferma, asumiendo un papel de adulto que no le corresponde.

Ejemplos de incesto emocional

Es muy claro que este tipo de abuso, el padre o madre no se preocupa por las necesidades del niño como lo haría un cuidador responsable, sino solo por las propias. Algunos ejemplos de comportamientos emocionales abusivos son:

El hijo/a como fuente de consuelo

Este tipo de comportamiento puede darse con frecuencia en los casos de separación o divorcio. Uno de los padres a menudo habla de lo grosero y desconsiderado que es el otro. Le puede hacer preguntas a su hijo o hija, como: ¿Crees que es bueno que ( papá/mamá) llegue a tiempo? Te preocupas más por mí, ¿verdad? Soy un gran mamá/papá, ¿no crees? ¿Le dices lo buena madre/padre que soy?

El hijo/a como consejero

En este caso el progenitor no pasa mucho tiempo con amigos. Suelen decirle a su o sus hijos: "te tengo a ti y no necesito a nadie más porque tu eres todo mi mundo". A veces preguntan cosas como, ¿Qué crees que debo hacer? Para la cual un niño no tiene una respuesta exacta, pero se siente obligado a dar sugerencias.

El progenitor tiene un empleo que detesta y le hace sentir triste; el hijo o la hija se siente un poco culpable porque sus padres tienen que seguir en ese trabajo para mantenerlos a ellos.

Estos niños hacen todo lo que pueden para apoyar a sus progenitores, se toman responsabilidades que no les corresponden, como encargarse de todos los deberes de la casa, incluso de preparar la comida.

El hijo/a como adulto

Son padres que llevan a su hijo o hija a sus viajes de negocios o asistir a fiestas o conferencias con otros adultos, a veces, debido a estos compromisos, los niños incluso pueden faltar a la escuela. Pueden también, por ejemplo, ofrecer pequeños vasos de alcohol, aunque el niño no tenga la edad legal para consumir.

Todos estos comportamientos hacen sentirse mayores a los niños, pero muchas veces aceptan porque no quieren decepcionar a sus padres.

Los padres le hablan de temas de actualidad que deberían tratarse con un adulto o se dan detalles sobre relaciones pasadas. También se incita al niño a hablar de sus temas personales aunque no quiera hacerlo.

Estos niños sienten que sus progenitores no se preocupan realmente por ellos, sienten que necesitan más reglas y límites, y les gustaría que sus padres ejercieran este rol y no el de amigo íntimo.

Otros ejemplos de comportamientos inapropiados

comportamientos que indican incesto emocional

Estos son algunos más ejemplos en los que se traspasan límites intrafamiliares al grado de considerarse incesto emocional:

  • Anteponer las necesidades a las de su hijo/a: el cuidador/a necesita recibir muchos elogios y atención, o ser considerado más importante que las demás personas de la vida del niño.

  • Invadir la intimidad del hijo/a: los progenitores no respetan el espacio personal del niño o niña. Pueden manifestar diferentes tipos de comportamientos, como invadir su espacio con frecuencia o hacerlos sentir incómodos ignorando su deseo de privacidad en diferentes situaciones.

  • Tratar al hijo/a como una pareja: con este tipo de comportamientos podría llevar al niño/a a citas o incluso referirse a él con apodos que se usan para las parejas adultas, también hacer comentarios inapropiados sobre el cuerpo o la apariencia física.

  • Sentir celos de las relaciones del hijo/a: el progenitor puede ponerse celoso de sus otras relaciones, incluso trata de entrometerse en estas, compitiendo por su atención o incluso tratando de arruinarlas deliberadamente.

¿Cuáles son los efectos del incesto emocional o encubierto?

efectos psicológicos del incesto emocional

Un niño jamás será capaz de comprender y aún menos aconsejar aspectos relacionados con la vida del adulto. No les corresponde y tampoco merecen asumir esa carga.

Efectos en los niños:

  • Sentimientos de incomodidad hacia uno mismo. Los niños no se sienten a gusto ejerciendo ese rol y desarrollan sentimientos de culpa y autorechazo.

  • Se sienten responsables del estado emocional de los padres.

  • Los niños envidian la relación que sus compañeros de clase tienen con sus progenitores. Sufren por no tener la protección y el soporte de unos padres maduros.

  • Desarrollan conductas ansiosas y problemas para dormir. Además, es fácil identificar en ellos cambios de humor muy marcados.

  • Tienen problemas para construir amistades sólidas.

  • Se convierten en niños perfeccionistas y autoexigentes.

  • Desarrollan una baja autoestima al asumir que sus necesidades no son importantes.

  • Sentimiento de ira hacia sus progenitores.

Efectos en la adultez

  • Tienen problemas para independizarse de sus padres. A pesar de llegar a la edad adulta, es común que sigan vinculados a ese progenitor que lo usa como confidente.

  • Se convierten en adultos orientados a complacer a los demás.

  • Tienen problemas para construir relaciones de pareja sólidas y satisfactorias.

  • Dificultad para comenzar y mantener relaciones sexuales o íntimas.

  • Anteponen las necesidades de los demás a las suyas.

  • Pueden desarrollar desde depresiones, trastornos de la conducta alimentaria (TCA), hasta conductas de adicción a las drogas o al alcohol.

Por su parte, el psicólogo Kenneth M. Adams que también habla de este término, en su libro "Silenciosamente seducidos: cuando los padres convierten a sus hijos en socios" indica que el incesto emocional puede tener diferentes consecuencias como:

  • El establecimiento de una relación de amor-odio con el cuidador.

  • Aparición de sentimientos de abandono hacia el progenitor que ha abandonado el hogar familiar (por ejemplo, tras un divorcio) o permite que el comportamiento continúe.

  • Dificultad para identificar y satisfacer las propias necesidades.

  • Desarrollo de comportamientos compulsivos.

  • Problemas de disfunción sexual.

¿Cómo se trata un incesto emocional?

el niño necesitará terapia psicológica

Lo más importante es tomar conciencia de que uno ha sido víctima del incesto emocional, ya que puede haber confusión, pues ¿No se supone, al fin y al cabo, que nada es tan importante como tener una buena confianza y relación padre-hijo? Lo cierto es que sí, pero todo tiene un límite, y el límite está en que el adulto no puede hablar de todo con su hijo, ni debe cargarle con responsabilidades que no le corresponden.

Desde luego es necesaria la terapia psicológica y reformular ese vínculo padre/madre-hijo en caso de estar presente y de seguir con la misma dinámica.

Es importante dejar claro que se está ante un tipo de trauma que es necesario sanar, por ello es esencial que el niño conviva con otros niños, de tal manera que tenga hábitos relacionales más saludables, fortaleciendo la autoestima y su identidad.

Fuentes:

Psicología y mente.

La mente es maravillosa.

Temas importantes para padres.

Redacción ClubPlaneta.


Zona de comentarios