En un principio, es difícil detectar este trastorno porque no hay señales concretas que lo delaten, como evitar los alimentos, vómito o ejercicio excesivo. Es más, las
omisiones de insulina pueden confundirse por parte de los familiares o incluso los doctores con descuidos del paciente. Es por ello que se debe estar atento ante
estos episodios: - Constantes "olvidos" de las inyecciones de insulina o se evita inyectarse ante otras personas.
- Hospitalizaciones frecuentes por falta de insulina.
- Altos niveles de hemogoblina glicosilada.
- Pérdida o aumento de peso inexplicables.
- Ganas de orinar constantemente.
- Dificultades de concentración.
- Preocupación excesiva por el peso y constante insatisfacción y distorsión de la imagen física.
- Alimentación irregular, como restricción de alimentos, saltarse algunas comidas y atracones que generan culpa o ansiedad.
- Depresión, ansiedad, cambios de humor y fatiga.
- Cancelación frecuente de citas con el médico.
- En el caso de las mujeres, menstruaciones irregulares o inexistentes.
Fuentes: Prodigy La Nación Web Consultas Autor:Ale Núñez. LCC
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