Las hormonas que la madre segrega son absorbidas por el bebé, si la madre se encuentra cómoda y tranquila al dar a luz en agua también lo estará su bebé, pasando menos tiempo en el canal de nacimiento. Para el bebé nacer bajo el agua no le causa tensión porque ese ambiente y la temperatura le es totalmente familiar, se puede mover con mayor libertad. El agua mitiga el shock y la sobrecarga sensorial, las luces y sonidos son más tenues y el contacto piel a piel con su madre es muy suave. El bebé no se ahoga porque recibe el oxígeno que necesita para vivir a través del cordón umbilical que está conectado con la madre, cuando éste se corta el bebé comienza a respirar por él mismo con sus pulmones. Se cree que los bebés nacidos en agua nacen tranquilos, tienen mejor desarrollo muscular y son menos irritables. Autor:Eréndira Luna. T.C. |
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