Desde el embarazo se inician algunos procesos neurológicos que le permitirán al feto pensar y recordar, esto ocurre sobre todo a partir de los cuatro meses y medio.
El feto también pone mucha atención en los sonidos, especialmente en los de mamá que son los primeros que escucha.
Ya desde el vientre el bebé también aprende a distinguir sabores gracias a las papilas gustativas de su lengua.
El bebé puede distinguir muy bien entre una caminata ligera y correr, pues con la primera se arrulla y duerme mientras que en la segunda se siente incomodo por lo que es muy probable que patalee.
Asi como tenemos hábitos sanos que benefician al bebé los malos le afectan, por ejemplo al fumar el bebé recibe menos oxígeno por lo que sufre.
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