Cuando haces ejercicio, al caminar por ejemplo balanceas a tu hijo, lo que le ayuda a desarrollar el sentido del equilibrio. El bebé puede distinguir muy bien entre una caminata ligera y correr, pues con la primera se arrulla y duerme mientras que en la segunda se siente incomodo por lo que es muy probable que patalee. Otro ejercicio que ayuda tanto a la madre como al hijo es el nado, durante el segundo y tercer trimestre resulta relajante para ambos; si se practica con frecuencia, es probable que de niño le encante nadar. Las caricias y tu canto son excelentes fuentes de aprendizaje para el bebé cuando está en el vientre materno El tacto es el primer sentido que desarrolla, a partir del cuarto mes de embarazo ya nota tu mano cuando te tocas el vientre, por lo que es una buena oportunidad para que a través de tus "caricias" le transmitas ternura y una gran ilusión por su llegada, en consecuencia el bebé se sentirá muy querido. Y si además le cantas será muy grato para él, eso se nota en sus movimientos rápidos o lentos, puede "temblar"o girar la cabeza. El bebé es capaz de repetir sobre tu vientre los mismos ritmos. Incluso desde el vientre ya puedes empezar a jugar con tu hijo. Coloca tu mano en tu pancita, espera a que tu bebé se ubique debajo de tu palma, luego muy lentamente desplázala de arriba hacia abajo, descubrirás que se mueve al compás de tus movimientos. Y si en el séptimo mes lo haces a diario, a una hora fija, todos los días estará esperando ese momento. Los hermanos también pueden participar en el juego lo que ayudará a fortalecer esa unión. Fuente: |
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