La constancia es una de las claves para adquirir hábitos nuevos. No radica únicamente en ayudar al alguien una sola vez, sino que debe repetirse varias veces para que se pueda considerar generosa a una persona. Tal vez al principio pueda costar un poco, pero después se convertirá en una actitud espontánea y que se hace con gusto. Los padres, entonces, deben pedir a sus hijos que hagan ciertas tareas y que descarten aquellas que los dañen o los pongan en peligro. Frases como "el niño no llegó a la escuela temprano, porque no se quiso levantar..." son inadmisibles en un proceso formativo (excepto en caso de enfermedad); pues no se trata de hacer lo que el niño quiera, sino de enseñarlo a hacer lo que debe, a ser responsable. Educar en la libertad Lo que caracteriza a la libertad es la posibilidad de elegir entre varias opciones, por tanto, si los niños desconocen las virtudes, ¿cómo pueden optar por ellas o elegir lo mejor? No habrá punto de comparación. Por ejemplo, si un niño únicamente conoce que en su casa todos suelen complacerlo, o que tiene el "derecho" de golpear, gritar e insultar; definitivamente no podrá decidir ser cariñoso, amable y servicial con su familia y con los demás. Fuente: |
Vive las virtudes con intensidad | Algunas virtudes a enseñar