Algunas virtudes a enseñar

Una de las mayores virtudes de carácter que puedes enseñar a tus hijos es el altruismo. Para ello, puedes ayudarlo (a) a revisar sus juguetes y elegir los que ya no utiliza; para después donarlos a niños que no tienen los recursos para comprarlos.

Puedes explicarle que no todos los niños tienen juguetes como él o ella y de esta manera le ayudas a desarrollar un interés por el bienestar de los demás. Además puedes dejar que te acompañe a donar los juguetes y que disfrute el proceso de dar un poco de sí mismo (a) a los demás.

Es importamte también enseñarlo a ser despredido, por lo que también se sugiere que regale aquel juguete y ropa que aún usa.

- Empatía

En el caso de la empatía, lo ideal es que cuando tu hijo (a) se acerque a contarte alguna historia en particular y lo triste que se siente al respecto, muéstrale que lo comprendes. Aun así el problema no sea tan grave como él o ella piense, nunca le digas que lo supere. Al contrario, dile que lo entiendes y que reconoces sus sentimientos. De esta manera le demuestras el aprender a escuchar y a empatizar con las emociones de los demás.

- Respeto

Forja el respeto en tus hijos a través de la creación y cumplimiento de las reglas en el hogar, siempre basándose en el amor. La disciplina tiene como objetivo enseñar a los niños a comprender la forma adecuada de comportarse. Para ello es imprescindible afrontar las consecuencias cuando tu hijo (a) no se porta bien y hacer cumplir las reglas con paciencia, comprensión y sin llegar a la ira.

- Autocontrol

El autoncontrol es una virtud que representa un papel muy importante en el desarrollo de los niños. Por ejemplo, si tu hijo (a) está enojado (a) por alguna razón, tiene dos opciones: dejar que su enojo fluya, llevándolo a la violencia y a los gritos; o bien, puede mantener la calma y encontrar una manera eficaz de controlar su ira.

Enséñale a contar hasta 10 al enfrentarse a una situación que lo altere y como una salida a su enojo. Tu hijo (a) debe aprender a que no puede cambiar sus sentimientos, pero puede controlar sus reacciones.

Como se puede apreciar, el forjar virtudes en los hijos no es algo sencillo, pero sí necesario, pues implica que ambos padres asuman su papel y se involucren directamente en la formación de sus hijos.

El auténtico amor se demuestra con los hechos y no sólo con palabras o con regalos materiales que, a veces son contraproducentes, pues en lugar de propiciar el crecimiento de los niños y adolescentes, los vuelven egoístas, utilitaristas y fríos; personas sin virtudes y llenas de vicios. Así que, padres, es tiempo de actuar. No dejes que sea demasiado tarde.

Fuente:
Revista "Inquietud Nueva", Enero-Febrero 2016, No. #187
Gloria Rodríguez Caballero.