Muerte por hemorragia, infección, embolia, anestesia, y embarazos ectópicos sin diagnosticar. Cáncer de mama: el riesgo de cáncer de mama casi se dobla después de un aborto e incluso se incrementa aún más con dos o más abortos. Algunos estudios muestran que los abortos espontáneos no parecen aumentar el riesgo de cáncer de mama, posiblemente porque un aborto espontáneo es un proceso natural que dura varios días, mientras que el aborto provocado es una interrupción brusca del embarazo que no permite a las hormonas corporales ajustarse adecuadamente. Cáncer de ovarios, hígado y cervical (cuello uterino): estos tipos de cáncer relacionados con un aborto o múltiple, se vinculan aparentemente a la
interrupción no natural de los cambios hormonales que acompañan al embarazo, así como a la lesión cervical no tratada. Perforación de útero:entre un 2% y un 3 % de las pacientes de aborto pueden sufrir perforación del útero; este riesgo se incrementa para las mujeres que ya han tenido hijos y para las que reciben anestesia general durante la realización del aborto. El daño en el útero puede complicarse en posteriores embarazos y eventualmente puede acarrear problemas que requieran una histerectomía (Operación quirúrgica que consiste en extirpar el útero total o parcialmente) Desgarres cervicales (cuello del útero):durante un aborto, especialmente en el primer trimestre del embarazo, se producen importantes desgarros cervicales que requieren sutura. Las micro-fracturas, que normalmente no son tratadas, pueden también a la larga perjudicar la función reproductiva presentándose una incompetencia, parto prematuro y complicaciones durante el parto. El riesgo de lesión cervical es mayor en adolescentes, para abortos realizados en el segundo trimestre, y cuando los médicos no usan laminaria (tallos de algas marinas para uso médico) en el cuello uterino para ayudar a dilatarlo lentamente. Placenta previa:el aborto incrementa el riesgo de placenta previa en posteriores embarazos. El desarrollo anormal de la placenta debido a lesión uterina aumenta el riesgo de malformación fetal, muerte perinatal y efusión excesiva de sangre durante el parto. Recién nacidos discapacitados en posteriores embarazos: las lesiones cervicales y uterinas que pueden darse en un aborto, pueden incrementar el riesgo en posteriores embarazos de un parto prematuro, complicaciones en el parto y desarrollo anormal de la placenta. Estas complicaciones reproductivas constituyen las causas principales de discapacidad en recién nacidos. Embarazo ectópico:el aborto está relacionado de forma importante con un riesgo añadido de embarazos ectópicos ( embarazo en el que el óvulo fecundado se implanta fuera del útero, especialmente en la trompa de falopio) posteriores; los cuales además amenazan la vida y pueden llevar a un descenso en la fertilidad. Inflamación pélvica: algunos estudios han arrojado que entre un 20% y un 27 % de pacientes que abortan sufren una infección por clamidia, mientras que un 23 % desarrollará inflación pélvica en cuatro semanas. Aproximadamente un 5 % de pacientes que no han sido infectados por clamidia desarollan esta inflamación dentro de las 4 semanas posteriores a un aborto realizado durante el primer trimestre. Endometritis: inflamación del endometrio generalmente de origen bacteriano y especialmente frecuente después de un aborto provocado, se presenta especialmente en las adolescentes, las cuales tienen una probabilidad 2.5 veces mayor que las mujeres con edades entre 20 y 29 años. Compliacaciones más comunes que pueden darse durante la práctica del aborto
Complicaciones menores más comunes durante una aborto provocado
Cabe destacar que si al acto mismo del aborto se le añaden factores como enfermedades de transmisión sexual, tabaquismo, abuso de drogas,desórdenes alimenticios; múltiples abortos y mujeres adolescentes, los riesgos de esta práctica aumentan. Fuentes: Autor:Eréndira Luna. T.C. |
¿Aborto seguro? | Secuelas psicológicas de un aborto provocado