Recuerdo que cuando mis hijos estaban pequeños y todavía durante la adolescencia, mientras preparaba la comida, teníamos el buen hábito de que me contarán cómo les había ido en la escuela, durante el recreo o en algún curso extra que llevaran en ese momento. Eso me pone a reflexionar ahora, porque si para mi eran momentos muy interesantes, para ellos pudieron haber sido ratos donde podían expresar sus pensamientos y emociones. Especialistas que hablan sobre la crianza, nos dicen que el momento de antes de irse a dormir, es ideal para entrenar el apego seguro de los hijos con sus padres. Se refuerza un tipo de vínculo por el que los niños se sienten respaldados, apreciados y valorados por los adultos de su entorno, lo cual es determinante para un desarrollo emocionalmente pleno. Y es que si nos ponemos a pensar, es por la noche cuando los más pequeños se separan de los padres y se quedan a solas con sus pensamientos, algo que para muchos de ellos no es nada fácil. Por lo que podemos aprovechar esta situación como una oportunidad perfecta para fortalecer los lazos entre unos y otros. Al respecto, la psicoterapeuta especializada en crianza, Milena González, ha creado el ritual de las 4A, un método para ayudar a los padres a conectar con sus hijos, cultivar una actitud de agradecimiento y fortalecer su capacidad de resiliencia. Por otro lado, esta rutina consta de cuatro ejercicios que sirven para generar conexiones en el cerebro de los pequeños que les permitan reforzar aquellos puntos positivos cuando están tristes o cansados. Por eso es recomendable ponerlo en práctica durante la noche, aunque la experta también sugiere que se puede practicar a la hora de la comida o la cena. A de aprendizaje Aprovecha estos momentos para pedirle a tu hij@ que piense y diga en voz alta alguna cosa que haya aprendido a lo largo del día. Puede ser desde una palabra o un chiste a una habilidad en concreto o una historia sobre algún familiar. A de agradecimiento Dile a tu hij@ que te cuente algo por lo que se sienta agradecid@ en el día de hoy. Esta es una excelente oportunidad para reforzar el concepto de agradecimiento, más allá de los aspectos materiales y económicos. El enfocarse en aspectos vitales, como por ejemplo, la salud o por las personas a las que queremos. A de avanzar Para poner en práctica esta A, pídele ahora que piense y nombre algún aspecto en el que haya progresado durante el día y que antes no hacía, como atarse las agujetas, hacer la cama, lavar los platos, montar en la bici sin las ruedas de apoyo, y recuerda es muy importante resaltar cualquier avance por muy pequeño que parezca para ti, pero que para ellos significa un gran logro. A de alegría Pídeles a tus hij@s a pensar en las cosas alegres que le hayan hecho reír, sonreír o sentirse a gusto a lo largo del día. Si ellos no tienen nada que decir, la psicoterapeuta recomienda que los padres tomen la iniciativa y realicen el ejercicio, porque al escucharte, para tu hijo será más fácil comenzar a expresarse. "Cultivar el agradecimiento, la resiliencia y una relación basada en el apego seguro con nuestros hijos, consiste en hablar entre nosotros y reconocer y nombrar las cosas buenas que nos pasan, pero también de todo lo que podemos aprender juntos mientras atravesamos por momentos no tan gratos", concluye la experta. Fuentes: |