Coleman un psicólogo clínico que escribe una columna de opinión para el periódico irlandés Irish Independent, cree que el bullying o acoso esolar se acabará al responder a la agresión en el mismo tono. El bullying es el acoso físico o psicológico al que someten, de forma continua y en ocasiones cada vez más severa, a un alumno sus compañeros de clase. Fenómeno que cada vez es más visible en las escuelas de todos los niveles escolares. Coleman escribió un artículo en respuesta a la reacción negativa que provocó el comentario en defensa del contraataque en estos casos, que hizo en un programa de radio. El psicólogo recomienda que el mejor consejo que los padres les pueden dar a sus hijos acerca del tema es que simplemente se defiendan a los puños, por lo que muchos oyentes expresaron su sorpresa ante tal sugerencia. El especialista irlandés afirma que si el chico se defiende desde el principio tiene menos posibilidades de ser víctima de empujones, puñetazos, patadas o acoso psicológico. "Si un ataque físico no se responde del mismo modo, entonces volverá a suceder. Si un niño descubre que puede zarandear a otro, por lo general continúa haciéndolo", asegura David Coleman. El especialista dice que comprende que esa idea pueda poner incómoda a mucha gente, porque puede interpretarse como fomentar la violencia, pero él no aboga por esta. Al contrario, se trata de empoderar al niño para que tome control de una situación que lo asusta. "Quiero que mi hijo se sienta capaz de mantenerse firme. No quiero que sea agresivo ni mandón, sino que sea capaz de demostrar que nadie puede zarandearlo. Si un niño no se defiende, se convierte en blanco de maltratos", afirma el psicoterapeuta. "Al no responder con la misma moneda, está comunicando que no va a oponer resistencia. El mensaje que da es que acepta la superioridad del otro chico", continúa. Coleman sostiene que, si bien es incorrecto alentar a los hijos a que sean agresivos, es saludable enseñarles que "la pelea tiene su lugar" y que está bien si el niño cree que es aceptable empujar a alguien que lo empujó primero. Si los padres eligen este camino, apunta Coleman, deben prepararse para sufrir las consecuencias: "Tu hijo puede perder esa pelea, puede salir lastimado. El agresor puede salir lastimado. Los maestros, tutores o adultos a cargo pueden involucrarse, pero creo que vale la pena si así se logran evitar futuras agresiones", añade. Escuelas y educadores deben empoderar a las víctimas de acoso escolar y no castigarlas si deciden defenderse, ya que necesitan comprensión y la oportunidad de detener ese comportamiento agresivo por sí mismos, manifiesta. Fuente: |
El bullying y sus tipos | Causas y consecuencias del bullying