Ante reglas estrictas: - Los hijos se ven en la necesidad de mentir, conducta que se hace hábito. - Los hijos se sienten asfixiados mientras que los padres engañados y burlados porque han sobrepasado su autoridad. - Constantes discusiones y mayor rebeldía por parte de los niños y jóvenes. ¿Cómo negociar? - El negociar el cambio de una regla debe ir acompañado de un compromiso serio por parte de los hijos. - Es necesario, para evitar malos entendidos, que una vez llegado al acuerdo éste se redacte y el chico lo firme. En el acuerdo también se incluirán las medidas a
tomar en caso de incumplimiento. - El cooperar en las labores de la casa, un mejor comportamiento con la familia y mayor rendimiento escolar no deberían ser actitudes recompensadas con un
cambio de reglas, sería mucho mejor si se convirtieran en un hábito. En caso que se usen para ese fin es recomendable que los chicos describan exactamente
porqué se les debe recompensar con un cambio de reglas y también detallar lo que aprenderán con esos cambios. |