Ante reglas muy estrictas no se debe perder la calma. Generalmente los padres no se dan cuenta de inmediato que los hijos han crecido y siguen estableciendo las mismas reglas de cuando eran más chicos, por lo que es necesario buscar un diálogo respetuoso con ellos y hacerles ver los efectos que esas normas están teniendo en su vida. Si los chicos estás seguros de que ese cambio de reglas es benéfico, pueden pedir apoyo a quien en determinado momento influye en la decisión de los padres como puede ser un pariente o un amigo de la familia, profesor o consejero, miembro religioso cercano a la familia, terapeuta de la familia o privado. Si lograste que tus padres recapacitaran comprometete y nos los defraudes pues recuperar la confianza perdida es más difícil que obtenerla por primera vez. |
Reglas estrictas. ¿Cómo llegar a un acuerdo? |
Reglas estrictas, ¿se pueden negociar?
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