Actualmente decir que "la familia es el núcleo de la sociedad" suena obsoleto para muchos. Sin embargo el ser humano es un ente social por naturaleza, y es precisamente el núcleo familiar el que le permite esta inserción en la sociedad, mediante el sano desarrollo de todas sus potencialidades y el adecuado crecimiento físico y espiritual que ella le proporciona. Estamos viviendo tiempos de "desfamiliarización": familias monoparentales y desintegración familiar entro otras disfuncionalidades, además de los altos índices de violencia intrafamiliar, por lo que la situación social se torna sumamente difícil. Dicha violencia es resultado de la falta de herramientas en la convivencia familiar, sobre todo en lo concerniente a la interacción de padres e hijos; debido a esto último, los hijos no logran desarrollar las habilidades socio-familiares. A pesar de estas adversidades, la familia sigue siendo considerada como "Patrimonio de la Humanidad"(Juan Pablo II, marzo de 1994), por lo que se deben redoblar los esfuerzos para protegerla. Dios ha creado al hombre a su imagen y semejanza, y lo ha llamado a la existencia por amor y es en el amor, por lo que se debe dar prioridad a los tres pilares que sostienen cualquier relación interpersonal como son: Respeto, confianza y comunicación. Respeto: Este primer pilar es uno de los valores más importantes para una sana convivencia social, y para que exista éste en la familia, todos sus
integrantes se deben dirigir con respeto hacia los otros. Confianza: Este valor se va desarrollando en ambas direcciones, de padres a hijos y viceversa pero no debe malentederse el concepto. Sin perder
autoridad los padres, queriendo convertirse en "amigos de sus hijos", deben ganarse su confianza. No pueden solapar actividades que pongan en riesgo la
integridad de sus hijos. Comunicación: Es un elemento vital, el medio más fiel para conocer los intereses, gustos, opiniones de cada uno de los miembros de la familia. Es la forma de externar los pensamientos, emociones y sentimientos que hacen más estrecha una relación. La familia se construye gracias al amor, por eso cuando los miembros se acercan a Dios, fuente de amor, encuentran en Él los elementos necesarios para superar las dificultades. De esta manera, sus integrantes serán verdaderos portadores de la verdad, el amor y la paz que tanta falta hace en la sociedad. Autor: Psicólogo Alberto López. |
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