Érase una vez un
caballo blanco como la nieve, que se llamaba Gilberto. Estaba solo porque sus papás se habían ido para siempre y estaba perdido y solo. Un día decidió emprender un largo viaje a buscar amigos y caballos como el. Ya estaba muy cansado el caballito cuando oyó que corrían muchos caballos hacia el y el caballito salió a su encuentro muy contento. Se hizo muchos amigos y estaba muy agusto con ellos. Cada mañana salían a correr y luego un señor muy majo les limpiaba y les cuidaba. El caballito corría y corría durante toda su larga vida junto sus amigos . Colaboración de:Jorge |