Tomar la decisión de tener un hijo, sobre todo hoy en día, tiene que estar bien pensada porque su crianza deberá estar influenciada en los valores de los padres ya que esto no sólo brinda claridad en sus decisiones, sino que también los protege de las influencias externas. La psicóloga del desarrollo Aliza Pressman, cofundadora del "Mount Sinai Parenting Center" y autora del libro "The 5 Principles of Parenting", destaca la importancia de la preparación emocional de los padres para acoger una nueva vida, por ello Pressman propone hacerse dos preguntas cruciales: "¿Qué valoro yo?" y "¿Qué valora esta familia?", sugiriendo que una reflexión profunda tanto de nuestros valores personales como familiares es esencial antes de dar este gran paso. El hacer una exploración hacia nuestros valores no solo nos brinda claridad en nuestras decisiones, sino que también nos protege de las influencias externas, como la presión social y los medios de comunicación. Criar con gran confianza y coherenciaEl definir lo que realmente importa para nosotros y para nuestra familia permitirá criar a nuestros hijos con gran confianza y coherencia. Para ello, Pressman aconseja dedicar tiempo para identificar y priorizar estos valores, ya que puede ser muy revelador tanto para uno mismo como para la pareja, en caso de tenerla. La experta asegura que este ejercicio de introspección comienza con la escritura de nuestras prioridades y admiraciones, reflexionando sobre decisiones vitales pasadas y las cualidades que valoramos en otros. La idea es comprender mejor qué nos motiva y qué deseamos fomentar en nuestros hijos. Pressman recalca que no existen respuestas equivocadas en este proceso; lo importante es ser honestos con nosotros mismos y reconocer lo que verdaderamente valoramos. El siguiente paso es encontrar temas comunes entre la pareja. Esto nos ayuda a comprender mejor nuestras aspiraciones y cómo queremos que estos valores se reflejen en la crianza de nuestros hijos. Pressman enfatiza que los valores familiares son dinámicos y pueden evolucionar con el tiempo, lo que nos permite adaptarnos a las cambiantes circunstancias de la vida y el crecimiento de nuestros hijos. Tener un entorno familiar donde prevalezcan la confianza y la claridadEste enfoque reflexivo hacia la paternidad no solo prepara el terreno para una crianza consciente y deliberada, sino que también fomenta un entorno familiar donde prevalecen la confianza y la claridad. Al tomar decisiones basadas en valores bien definidos, estamos más equipados para navegar por el complejo mundo de la crianza, marcando un camino claro para nuestros hijos en un mundo lleno de ruidos y opiniones contradictorias. Aliza concluye que la reflexión sobre nuestros valores antes de tener un hijos es, por lo tanto, un paso esencial que va más allá de las consideraciones prácticas y económicas. Nos invita a mirar hacia adentro y preguntarnos qué tipo de legado queremos dejar, no solo a través de nuestras palabras, sino a través del ejemplo que establecemos cada día. Al final, lo que verdaderamente importa es cómo esos valores se manifiestan en nuestras acciones y en la forma en que guiaremos a nuestros hijos hacia ser buenos seres humanos. Fuentes: |
Cómo lograr una buena relación con tu adolescente | Cómo disfrutar de una crianza sana de tus hijos