Como padres de familia nuestra preocupación constante es el bienestar emocional y físico de nuestros hijos, y por supuesto, todos nuestros esfuerzos van encaminado a ello. Pero ¿qué sucede cuando nos damos cuenta de que alguno de nuestros pequeños comienza con una adicción tal como el tabaquismo? Más allá de sentirnos responsables o decepcionados de nosotros mismos, nuestra atención se ve enfocada en vencer tal adicción y evitar lo más posible las consecuencias de ésta. Por estos motivos, te brindamos algunos datos, consejos y acciones a tomar en caso de tabaquismo a edades tempranas. Una situación preocupanteEl tabaquismo es uno de los problemas más amenazantes a nivel mundial. Según la Organización Mundial de la Salud, cada año, esta adicción mata a más de 7 millones de personas, de las que más del 85% son consumidores activos de la nicotina, mientras que el porcentaje restante son personas no fumadoras, expuestas al humo de tabaco ajeno. Asimismo, este problema suele iniciar en un 80% antes de los 18 años, debido a distintos factores, principalmente a la presión social, la facilidad de conseguir cigarrillos, y por supuesto, la presencia de fumadores en la familia. Bajo estas circunstancias y continuando con los datos de la OMS, cada día 100 mil niños de entre 12 y 15 años prueban su primer cigarro, quienes se vuelven dependientes casi de manera inmediata, pues la nicotina, principal sustancia activa, causa adicción tras sólo unos cuantos días de consumirla por primera vez. Tabaquismo pasivoHay diferencia entre el fumador activo y pasivo. Éste último es aquel que aspira el humo del cigarrillo de forma frecuente por vivir en hogares de fumadores. Y aunque nos sorprenda, el daño no se reduce en esta situación. Es más, se sabe que los niños fuman indirectamente entre 60 y 115 cigarrillos cuando viven en un hogar con humo, exponiéndose a más de 4 mil sustancias químicas distintas; de las que 50 de ellas tienen relación con el cáncer. Aún si se procura fumar en exteriores, en balcones, terrazas o con la ventana abierta en alguna habitación, estas sustancias nocivas se quedan impregnadas en la ropa, paredes, tapicerías y alfombras. Los niños, al tocar estas superficies entran en contacto con dichas sustancias, principalmente los bebés que gatean y se llevan todo a la boca. ¿Las consecuencias? Desarrollo pulmonar deficiente, vulnerabilidad a enfermedades respiratorias y cardíacas; y sobre todo mayor riesgo de presentar cáncer de pulmón en una edad adulta. ¡Me enteré de que mi hijo fuma!La sorpresa de encontrar una caja de cigarrillos en las pertenencias de nuestros hijos, o de notar ese olor característico a tabaco en su ropa o habitación, pone nuestro mundo de cabeza y nos pasan miles de ideas por la mente, entre ellas el fracaso como padres. Sin embargo, antes de tomar cartas en el asunto, debemos mantener la calma, pensar con la cabeza fría y no recurrir a prohibiciones o castigos. Tal como se dijo en párrafos anteriores, los factores para que los niños y adolescentes caigan en el tabaquismo son diversos y no sólo a causa de una "mala educación". Algunos de ellos comienzan a fumar por considerar esta práctica como un signo de "adultez", por querer parecer mayores y pertenecer a ese mundo. Al mismo tiempo, en edades tempranas, no existe una noción sobre los daños que implica el tabaquismo o de la dependencia que crea. Por lo tanto, se convierten en adictos en este juego constante de querer ser adultos. Finalmente, tenemos la influencia de la publicidad, principalmente en redes sociales, y la presión social de amigos y compañeros. ¿Qué hago si mi hijo fuma?La principal herramienta para enfrentar este problema es la comunicación. Por más enfadados que estemos, hay que elegir las palabras más adecuadas para que nuestro hijo o hija alcance a comprender los daños que representa fumar. Algunas sugerencias son: Aunque siempre hay peligros a los que nuestros hijos están expuestos, nuestro papel como padres es orientarlos y evitar que caigan en dichas situaciones. Algunos
consejos para prevenir el tabaquismo son: Fuentes: Autor:Alejandra Núñez. L.C.C. |