Desde el momento de la fecundación el cuerpo de una madre se prepara para transformarse, aunque en los primeros meses del embarazo no se le note la barriguita eso no significa que ella no esté cambiando internamente, desde luego que si, y es que no es poca cosa albergar dentro de uno mismo otro ser humano que va desarrollándose, creciendo... Y entre todos esos cambios podemos dar con uno que incluso la ciencia ha notado. Se refiere a la pérdida de memoria que comienza durante el embarazo y continúa tras el parto, se le conoce también como "momnesia", "mommy brain" o simplemente "amnesia de las madres". Como tal, se refiere a una pérdida de la memoria a corto plazo que afecta a entre un 50 y un 80 por ciento de las mujeres, sin embargo, no hay que temer, pues un nuevo estudio ha encontrado que esa momnesia o "mommy brain" desaparece después del primer año del bebé, e incluso se ha comprobado que la atención de las mujeres mejora notablemente después de convertirse en madres. El hecho de que la memoria de las mamás falle no quiere decir que sea imaginación de ellas o que algo anda mal, simplemente es una consecuencia del gran cambio hormonal que viven en esa transición hacia la maternidad. Y es que durante el embarazo, parto y postparto se viven tantas fluctuaciones hormonales, que éstas terminan afectando su actividad cerebral. El exceso de progesterona y estrógeno afecta directamente las neuronas y las funciones cognitivas y eso impacta directamente en la memoria de corto plazo y en sus capacidades intelectuales. La madres que han experimentado esta amnesia saben que es más que un simple despiste: de pronto comienzan a olvidar donde dejaron o guardaron tal cosa, van a una habitación pero no recuerdan para qué, no pueden recordar qué hicieron el día anterior se quejan de dificultades para concentrarse, de problemas de coordinación, de quedarse en blanco como si les costase más pensar, recordar o tomar decisiones. En encuestas fiables, cerca del 80% de las mujeres embarazadas explican que tienen más dificultades para recordar números de teléfono o para estructurar una frase compleja que antes de su embarazo. Respecto al tema la revista Current Psychology ha publicado un estudio en el que se dice que tal amnesia no dura para siempre. En éste se analizó el efecto de la maternidad biológica en las funciones de atención de las madres, llegándose a las conclusiones ya citadas pero además descubrieron otro elemento fascinante del cerebro de las madres: su capacidad de atención era igual o incluso mejor que la de aquellas mujeres que nunca habían tenido hijos. "En la mayoría de los estudios las pruebas de memoria y atención son realizados a las madres muy pronto durante el postparto", explica Valerie Tucker Miller, una de las autoras del estudio. "Hay algunos problemas con eso. Cuando recién tienes un hijo, hay una cascada de hormonas y de privación del sueño que podrían estar afectando los procesos de atención y memoria del cerebro". "Creemos que el 'cerebro de mamá' podría ser un fenómeno ligado a la cultura, y que las madres se sienten más distraídas y olvidadizas cuando se sienten estresadas y sin apoyo", apunta Miller. Sin duda el comportamiento de una mujer embarazada, sobre todo en los dos últimos meses y después del parto cambia; otros estudios realizados con ratones y primates dicen que la amnesia de las madres es un mito, pues en lugar de estar distraídas están más alertas que nunca y en caso de que hubiese un cambio en su comportamiento se debe a las horas de vigilia, pues se calcula que las madres acumulan 700 horas de déficit de sueño el primer año tras tener un hijo. Fuentes: |