El tratamiento del niño con obesidad debe ser preventivo, dirigido a la modificar el estilo de vida y a mejorar el patrón de alimentación. Éste debe hacerse de manera personalizada y previo diagnóstico. El tratamiento incluye el control de peso a partir de una dieta balanceada. Cuando los niños están creciendo y padecen obesidad, lo ideal para su salud integral es evitar que sigan engordando y mantener su peso actual mientras crece en estatura, de esta manera alcanzando un IMC (Índice de masa corporal) más apropiado. Para ello es necesario contar con la asesoría de un nutriólogo quien guiará a la familia para lograr dicho objetivo, basándose en los tamaños de las porciones, y cómo hacer las elecciones apropiadas de los alimentos. Por su parte, la práctica de ejercicio debe consistir de 30 a 60 minutos diarios de actividad aeróbica, es decir caminata rápida, nadar, o andar en bicicleta. En casa deberán seguirse algunas indicaciones como:
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Consecuencias que trae la obesidad infantil | Cómo prevenir la obesidad en los niños