- Cambios en los hábitos de dormir y comer.
- Se aleja de sus amigos, su familia o de sus actividades cotidianas.
- Se muestra violento, su comportamiento es rebelde o se va de casa.
- Usa drogas o bebidas alcohólicas.
- Descuido personal.
- Presenta cambios muy notables en su personalidad.
- Se siente constantemente aburrido, les es difícil concentrarse por lo que su desempeño escolar disminuye.
- Se queja frecuentemente de dolores de cabeza, de estómago y fatiga, que están por lo general asociados con el estado emocional del joven.
- Pérdida de interés en sus pasatiempos y otras distracciones.
- Se muestra poco tolerante ante los elogios o los premios.
- Se cree una persona mala o abominable.
- Dice frases como "No seguiré siendo un problema", " Ya nada me importa", "Para qué molestarse" o "No te veré otra vez".
- Pone en orden sus asuntos, por ejemplo: regala sus posesiones favoritas, limpia su cuarto, tira papeles o cosas importantes, etc.
- Luce muy contento después de un período de depresión.
- Tiene síntomas de sicosis (alucinaciones o pensamientos extraños).
Fuentes: www.guiajuvenil.com www.yocrezco.com www.revistafuturos www.vivepsicologia.org |