La delfinoterapia comunmnete se realiza a través de los baños de contacto, mediante ejercicios, juegos y caricias entre el delfín y el paciente . A través de estos contactos se incrementa el optimismo, el paciente se tranquiliza, aumenta su seguridad y confianza. En los niños, interactuar con los delfines a través del nado, el juego y las caricias aumenta su atención y su capacidad de comunicación. Los efectos obtenidos se perciben desde el primer día y se mantienen hasta por seis meses después de la terapia, la cual consta, en términos generales, de seis sesiones de 15 minutos, una vez a la semana. En la sesiones trabajan conjuntamente el delfín, el terapeuta y el paciente; y suelen grabarse en video para poder seguir el progreso de éste, además se le pide hacer un reporte después de cada sesión a los padres, donde deben especificar los cambios que vaya teniendo su hijo. Al cabo del tratamiento, cuyo número de sesiones indicará el terapeuta, se hace el balance de resultados obtenidos que indicarán si es necesario o no seguir con la terapia. En México se aplica una técnica para niños en edad preescolar que consiste en que el delfín con su trompa hace contacto con distintas zonas del cuerpo como la columna, manos, plantas de los pies, transmitiéndole de esta manera ondas ultrasónicas alfa, beta y theta, que estimulan el sistema nervioso central del niño. Cabe señalar que muchas veces la mejora del paciente depende de su disposición y por otro lado de la posibilidad económica de su familia para pagar la terapia. Ciberdelfin En los casos en que no se pueda costear la terapia , existen otras alternativas como el "Ciberdelfin", que es la delfinoterapia virtual. En este caso el paciente se tiende en un colchón de medio acuoso y comienza a escuchar sonidos de delfines por unos altavoces, mientras a través de sus gafas de realidad virtual se ve rodeado de estos cetáceos. Los pacientes que se han sometido a este tratamiento virtual aseguran acabar cansados como si realmente hubiesen estado nadando con los delfines. |