Desde luego las bajas temperaturas registradas durante el invierno, son un factor que influye para la aparición de enfermedades respiratorias, pero
además se toman en cuenta aspectos como los cambios climáticos bruscos y la contaminación ambiental.
El sistema inmunológico de nuestros bebés y niños aún no es lo suficientemente maduro como el de los adultos, por lo que poseen
menor capacidad para defenderse de las agresiones externas como el frío.
Ante estas circunstancias los padres debemos tomar una serie de medidas para evitar que nuestros pequeños se enfermen lo menos posible y que un simple
resfriado no se convierta en una neumonía.
- Si en casa tenemos sistema de calefacción no lo utilicemos al tope, debe mantenerse una temperatura templada para permitir que el organismo utilice sus
propios mecanismos de adaptación al frío. Si en casa la temperatura es muy caliente y al salir exponemos al niño a un cambio de temperatura
opuesto le va hacer daño.
- Mantengamos la casa bien ventilada, abrir las ventanas de las habitaciones por las mañanas y permitir que entre el sol, pues este tiene una acción
desinfectante y de limpieza.
- Mantengamos limpio nuestro hogar, utilicemos un desinfectante.
- Se cree que durante la época de frío no se recomienda el baño diario, sin embargo se debe procurar aún cuando exista
infección, lo que se sugiere en estos casos es bañar, secar y vestir a los niños dentro de la misma habitación para evitar cambios
bruscos de temperatura.
- Enseñarles a nuestros niños a cubrirse con el antebrazo nariz y boca al estornudar.
- Cuidar que sus manos estén aseadas; unas manos limpias reduce casi en un 30 por ciento la posibilidad de que aparezca una enfermedad respiratoria
aguda.
- Cubrirlos del frío, que usen suéter, chamarra y bufanda especialmente por las mañanas al salir a la escuela y si los sacamos por la noche; la
bufanda sobre todo deberá cubrir nariz y boca y respirar a través de la misma con la finalidad de "calentar" el aire que inhalan. Pero ¡ojo!, tampoco
es recomendable abrigarlos en exceso por que tantas prendas encima les impide regular su temperatura corporal con la del ambiente y tener los mecanismos de
transpiración adecuados.
También es necesario cerciorarse del tipo de textil que utilizan, pues algunos como la lana pueden llegar a acumular polvo e irritar las vías
respiratorias o producir alergia. El material más apropiado para los niños es el algodón.
- Cuidemos la alimentación de nuestros niños en la
épocas de frío.
- Procurar que consuman abundantes líquidos en forma de agua o jugos vegetales para mantener una buena humedad en su cuerpo y evitar que sus fosas
nasales se resequen.
- Vacúnemoslos contra la influenza, con la cual se logra la prevención de esta enfermedad.
-Evitar llevarlos a sitios concurridos donde se encuentren personas tosiendo o con otros síntomas respiratorios.
- Mantenerlos alejados del humo del cigarro.
- Busquemos asesoría médica si nuestros pequeños presentan síntomas como: tos prolongada que impida un buen descanso en la
noche o produzca vómito, fiebre mayor a 39 grados o una más leve pero que se prolongue por más de dos días, dificultad para
respirar: más de 30 respiraciones por minuto o respiración rápida, secreción nasal, dolor de garganta prolongados, vómito,
decaimiento y falta de apetito.
- Evitar el abuso de remedios caseros y automedicar a los niños.
- Si el niño está enfermo debemos evitar que comparta utensilios como vasos, platos, cubiertos, toallas con otros miembros de la familia,
compañeros de la guardería o la escuela.
Fuentes:
www.mipediatra.com
www.abcdelbebe.com/
www.bebesymas.com/