Genialidades de la historia que se han destacado por sus aportes a diferentes áreas, sean humanísticas, tecnológicas, científicas, etc. no necesariamente tuvieron buenas notas en la escuela (Stephen Hawking, Évariste Galois, Charles Darwin, Winston Churchill, Bill Gates). Desgraciadamente vivimos en una sociedad donde parece que las calificaciones escolares marcan a los niños y les dictan cómo son o qué deberían ser, la realidad es que un número no determina cómo es tu hijo. Cada niño tiene un ritmo evolutivo diferente y un ritmo de aprendizaje que se debe respetar para que la motivación por aprender no se pierda. Los padres tienen una gran responsabilidad en la educación de sus hijosEs posible que existan padres que piensen que la educación de sus hijos depende de la escuela o de los profesionales que les atienden para que mejoren sus resultados académicos, como psicopedagogos o profesores particulares pero esta percepción esta muy lejos de la realidad. La escuela y los profesionales son el complemento necesario para la educación de los niños en casa. En la escuela se enseña pero en casa se interioriza. Los valores, la moralidad, las buenas conductas y hábitos se aprenden en casa y se predican con el ejemplo. Antes de etiquetar a tu hijo de mal estudiante que no sabe o no entiende por eso saca bajas notas provocará que se lo crea y eso no es verdad. Antes de hacer una afirmación, tenemos que informarnos acerca del proceso de aprendizaje y cómo podemos lograr que nuestros hijos tengan una buena relación con él; asi mismo debebemos tener en mente que es más importante valorar el esfuerzo más que el resultado. Nora Rodríguez, pedagoga y autora del libro "Neuroeducación para padres" dice que es importante que los papás comprendan cómo funciona el cerebro de los niños para poder guiarlos durante la etapa de aprendizaje. Según la autora española, no hay recetas mágicas, los padres deben aprovecharse de las investigaciones que aporta la ciencia y llevar ese conocimiento a casa, pues las escuelas aún no logran adaptarse al cambio educativo, pero los papás si pueden modificar el modo de enseñar. Por otro lado, los aprendizajes que ocurren antes de tiempo, generan bajo autoestima y muchos niveles de estrés, por lo que se entenderá a la enseñanza como un proceso con dolor sin avances. Por lo anterior, es necesario saber a qué edad se deben introducir nuevos conocimientos y de qué manera. Explorando el cerebro de los niñosAprender es un proceso que todos los niños son capaces de realizar, su cerebro funciona y se pueden potenciar todas sus capacidades para conseguir buenos resultados. Para que funcione es necesario trabajar la motivación y sobre todo, la confianza en uno mismo.Los niños deben sentir que realmente son capaces de conseguir lo que quieran, porque así es. Cada familia es un mundo y se debe tener en cuenta para entender el diseño cerebral de los niños, el cual también es único y especial. Los recursos de una familia no serán los mismos que los de otra. Es importante que los padres descubran el potencial y el talento de sus hijos, teniendo en cuenta por supuesto, su edad evolutiva. Ademas se debe tomar en cuenta la memoria a corto y largo plazo, ya que por ejemplo, un niño de 8 años solo podrá mantener la atención 10 minutos aproximadamente, el cerebro se cansa y necesita descansos cerebrales para realizar otras actividades. Otra parte importante que nos ayuda a entender cómo funciona el cerebro y de alguna manera irlo esculpiendo es participando activamente en el desarrollo general del niño y ofrecer un ambiente emocionalmente estable y esto empieza desde que nacen. A medida que los niños van descubriendo que tienen habilidades y talentos, encontrarán placer y satisfacción en esas cosas, lo que les llenará de motivación hasta llegar a ser exitosos en eso que les encanta, es por eso que cuando un niño saca calificaciones bajas no es un indicativo de que algo anda mal en él. Los niños no deben pasar demasiado tiempo ante los librosLas personas somos seres sociales por eso, es necesario que los niños pasen únicamente un tiempo limitado ante el estudio o la pantalla para que puedan jugar y pasarlo bien en familia. Un niño que permanece aislado, metido sólo en la adquisición de conocimientos no tiene un desarrollo integral. Otra sugerencia que también debemos tener en cuenta es que los premios materiales cuando el niño hace algo bien no se interiorizan tanto como los premios emocionales. Una sonrisa o un reconocimiento a través de palabras de elogio o gestos como un abrazo, son reforzadores mucho más potentes que cualquier otro premio que se le pueda dar. ¿Cómo podemos ayudar a que el aprendizaje sea más efectivo?
Y por último, sentirnos tranquilos cuando vemos que nuestros hijos son seguros de sí mismos y tiene buenos ratos de felicidad, pero no de esa felicidad que pasa por el consumismo, sino por las cosas que le hacen bien, como tener amigos, cuando es curioso y pregunta cosas, cuando da respuestas, comparte sus cosas y se toma su tiempo para sí. Fuentes: Autor:Belen Garcia. |
Homeschool o educación en casa | Que tus hijos sigan aprendiendo en vacaciones