Una de las consecuencias fundamentales de la pornografía es considerarles como objetos sexuales en vez de personas, suprime la ternura y la compasión para dejar espacio a la indiferencia, cuando no a la brutalidad. El consumo prolongado de la pornografía en los hombres causa que éstos vean a la mujer como un "juguete" sexual que puede desecharse y cambiarse al antojo de su lujuria. De allí que muchos jóvenes no tengan estabilidad en sus relaciones de noviazgo, los lleva a tener varias parejas sexuales al mismo tiempo, exponiéndose a contraer enfermedades de transmisión sexual. Quien consume pornografía generalmente siente vergüenza de sí mismo y el sentimiento de culpa genera baja autoestima. Un joven con baja autoestima se aísla del grupo, no asiste a las reuniones de convivencia, evita hablar de sí mismo y se le dificulta tener experiencias de noviazgo. Sus miedos y angustias le llevan a encerrarse en su pequeño mundo; llegando incluso, en algunos casos, a dudar de su propia identidad sexual. Texto tomado del artículo "Decadencia Moral" Misioneros Servidores de la Palabra No.23 |
Efectos nocivos de la pornografía | Libérate de esta decadencia moral