Quienes ya somos padres y tenemos hijos jóvenes, hemos escuchado en varias ocasiones la famosa frase "Yo puedo hacer con mi vida lo que quiera", realmente ¿esto es así?. Compartimos este escrito que nos habla precisamente del tema. El creer que podemos hacer de nuestra vida lo que queramos es un principio que manejan mucho los jóvenes que sólo quieren vivir el momento y no pensar en las consecuencias. En el peor de los casos se afirma " Como a nadie le importa lo que yo haga, entonces hay que darle vuelo a la hilacha", sin embargo esto es una gran mentira, proclamada por quienes no han entrado en un camino de madurez, o peor aún, por quienes no han probado lo serio de la vida, lo realmente valioso de ella. Pero hay al menos diez razones profundas por las que no se puede hacer con la vida "lo que se quiera": 1.- La vida es un don, ¿cómo puede entonces un joven apropiarse de ella, si ni siquiera le pertenece?, o es que acaso ha contribuido en los más mínimo para tenerla, ¿y quiere adueñarse de ella?. 2.- La vida necesita alimentarse de valores. ¿Porqué destruirla o llenarla de basura?, ¿porqué desahuciarla antes de que se desarrolle con normalidad? Sólo el valor hará bella y grande a una persona. 3.- Si se nos ha dado la vida es para vivirla.¿Porqué echarla a perder en un ratito de gozo o placer?, ¿ porque perder este gran don en los vicios?. Aprovechar la vida y gastarla en aquello que vale la pena es realizarse. 4.- La vida tiene sus retos, y hay que enfrentarlos con valor. Muchos sólo buscan satisfacerse y, a la hora de encontrase vacíos y solos, ¿cómo enfrentarán entonces los problemas difíciles, angustias, preocupaciones? 5.- Hay que aprender a pensar con inteligencia y a actuar con voluntad. Hay personas a las que se le ha enseñado sólo a ahorrar esfuerzos y lo único que se provoca con ello es quitarles la posibilidad de vivir. 6.- La vida nos exige cultivar cada día el carácter. Cómo dice el refrán: "en la vida no todo es color de rosa". Muchos jóvenes han cultivado la inteligencia "para saber" y no "para vivir". En esto hay una gran diferencia. Hay que atreverse a forjar el carácter, tener la fortaleza que se necesita en ciertas circunstancias de la vida. 7.- Para saber vivir hay que aprender a gobernar la propia vida. Hay que aprender que la dificultad sólo se puede vencer si alguien nos exige dar, superar, y ser alguien para no vivir como derrotados. 8.- Los múltiples esfuerzos llevan al éxito. En cambio, la ley "del menor esfuerzo", sólo hace hombres débiles consigo mismos y con los demás, incapaces de "dar más". 9.- Para enfrentar la vida hay que cultivar una voluntad enérgica. Esta es una gran verdad, porque así es el alma de los grandes hombres . La voluntas es la que define a los grandes hombres. 10.- Vivir es conocerse a si mismo, conocer las propias limitaciones y posibilidades. Si muchos jóvenes descubrieran que hay medios para edificar, no desperdiciarían sus fuerzas en lo que no vale la pena. Autor: P. Daniel Escobar. |