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 Los estereotipos que marcamos desde que los niños son pequeños les impiden que tengan un buen desarrollo. A las niñas la vestimos de rosa mientras que a los varones de azul; ellas son el lado frágil mientras que ellos tienen que ser los duros y fuertes, ¿por qué? El doctor Allan Schore, psicólogo de la Universidad de California (UCLA), hace un llamado a la sociedad para que dejen de lado esos estereotipos absurdos, y los padres eviten tratar a los bebés varones como los “duros”.
Ya que de acuerdo con el especialista, los bebés varones son mucho más vulnerables que las niñas, y, por lo tanto, necesitan recibir más caricias por parte de su mamá, que las chiquitinas. En su reciente estudio “All Our Sons: The Developmental Neurobiology and Neuroendocrinology of Boys at Risk” ("Todos Nuestros Hijos: El desarrollo de la Neurobiología y la Neuroendocrinología de Niños en Riesgo"), publicado en Infant Mental Health Journal, Schore explica que hay grandes diferencias entre el desarrollo del cerebro masculino y el femenino; especialmente en las primeras etapas de la vida. Los estudios muestran que el área derecha del cerebro de los niños se desarrolla a un ritmo más lento que el de las niñas.
Los bebés varones, además, están menos expuestos a padecer estrés cuando se encuentran en el útero de su mamá, es por eso que cuando nacen, son más vulnerables a padecer estrés provocado por factores físicos, sociales y ambientales que las niñas. Para cualquier ser humano el cariño y las muestras de afecto son esenciales, más aún cuando se es pequeño y como lo indican los estudios, en especial para los varones; de lo contrario, es muy probable que los chiquitines enferman tanto físicamente como psicológicamente. Si los niños no reciben el afecto necesario por sus papás y sobre todo de mamá, les llevará a una inmadurez en su desarrollo, le costará relacionarse con los otros niños en su vida adulta, seguramente tendrá problemas de inadaptación social lo que puede llevar en un futuro a comportamientos delictivos o a trastornos de la personalidad. En cambio el niño que recibe afecto será un niño con menos estrés, menos ansiedad y con mayor equilibrio emocional.
Los estudios realizados por shore nos invitan a no poner limites a las muestras de cariño a los bebés, no tengamos miedo a que nuestros niños se muestren sensibles y vulnerables, ellos también sienten, ¿porqué frenar eso? Pero lo más importante, dejar de lado los estereotipos que en nada nos ayudan y si nos impiden disfrutar a nuestros pequeños, aprender a conocerlos y a ayudarles a que crezcan felices. Fuentes: http://www.msn.com http://www.actitudfem.com Autor:Ere Luna. |
