Los padres de familia han encontrado una forma efectiva para tranquilizar a sus hijos tras un momento de crisis y berrinches: el frasco de la calma. Este invento está inspirado en el método Montessori, el cual se fundamenta en explotar todas las habilidades de los niños a través del afecto y el respeto, y sin recurrir a técnicas de castigo. El frasco de la calma está elaborado simplemente con agua, pegamento y diamantina; y tal como su nombre lo indica, es para tranquilizar a los niños después de una pelea, rabietas o ataques de llanto; y cuando ya se ha intentado de todo y ha sido en vano. Pero, ¿cómo funciona esto? Pues bien, cuando un niño está estresado o enojado, tanto su ritmo cardiaco, como su respiración se aceleran. Es entonces que el movimiento y la caída de la diamantina en el frasco al agitarlo, generan inconscientemente una señal a su cerebro que disminuye la agitación. Asimismo, cada vez que el niño se sienta estresado o molesto buscará el frasco para despejar su mente y dejar atrás su ansiedad. Además, este momento sirve para que papá o mamá también calmen su frustración o ira. Cabe mencionar, que el frasco es más efectivo con niños de entre dos a cinco años y debemos cuidar que no sea demasiado pesado para él o ella. Haz tu propio frasco de la calmaLa elaboración de este frasco es realmente sencilla. Sólo debes tener en cuenta utilizar colores atractivos y materiales no tóxicos ni peligrosos. Materiales
Procedimiento - Vierte el agua caliente en el frasco hasta la mitad. - Agrega el pegamento líquido, las dos cucharadas de glicerina o shampoo y mezcla muy bien. Las diferentes densidades de la glicerina y del pegamento harán que todo se mueva a diferentes velocidades y de diversas maneras. - Añade un poco de colorante, la diamantina y las estrellas; mezcla de nuevo. - Coloca más agua caliente, ahora hasta dejar solamente un par de centímetros de aire. - Finalmente, pega la tapa del frasco con el silicón y asegúrate de que quede bien firme. ¡Listo! Fuentes: Eme de Mujer Autor:Ale Núñez. L.C.C. |