Un cazador fue en busca de elefantes para arrancar sus colmillos. Un día caluroso vio relucir unos enormes colmillos de un gigante elefante. No tuvo compasión y disparó. El elefante herido caminaba lentamente. El cazador sintió pena y llamó al mejor veterinario del mundo. Lograrón curarle y en adelante, este elefante gigante fue su mascota. El único problema que tenía con él, era que cada vez que iba de viaje en tren tenía que comprar todos los asientos del vagón de cola. ¡Qué caro le salía! No le importaba porque se lo pasaba pipa con él. Colaboración de:Inma Lázaro. |