Había una vez un
conejito café que se llamaba Rabito y era de una niña llamada Alicia. Alicia tenía diez años y un día se estaba maquillando cuando su conejito cayó en un bote de talco y quedó de color blanco, como la nieve. Y cuando Alicia buscó a su conejito y solamente vio al conejito blanco, se puso muy triste pues pensó que se le había perdido. Aunque pensaba que ese conejo era muy parecido en la forma de comportarse a su conejito Rabito. Entonces Alicia decidió bañarlo y cuál fue su sorpresa cuando vio que se le quitó todo el talco al conejito blanco y volvió a su hermoso color café. ¡Era Rabito!. Desde entonces, Rabito nunca más se metió en el bote de talco. Fin. Michelle Gil García, 8 años |