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 El que un jovencito manipulara un teléfono celular nos parecía extraño hace algunos años, ahora es al revés, extraño es el adolescente que no tiene uno; y es que los padres nos hemos visto forzados a darles un teléfono celular a nuestros hijos como si fuera parte del paquete de útiles escolares, porque así no sentimos más tranquilos al estar continuamente en contacto con ellos. Para el muchacho es una herramienta de lujo, ya que en ese pequeño aparato se encuentran todos los datos necesarios para estar en contacto con su entorno, ...... ¡ah! y también con sus padres. Por nuestra parte la intención es buena, justificada y debería funcionar perfectamente, sólo que nos falta acompañar ese celular con un ingrediente que debe ser constante: La vigilancia. Desde luego que un celular por sí solo no es malo, lo malo esta en lo que hacemos con el y que definitivamente desvirtúa su función. Le digo todo esto por lo siguiente: Hoy los chicos además de traer videos de todo tipo, tips de belleza, el horóscopo para el día, el mensaje de texto para ganar tal o cual promoción y hasta pornografía, el celular sobre todo con cámara tiene otra utilidad que es la última moda entre los jóvenes, nos referimos al sexting. ¿Ha oído esta palabra?, ¿Sabe a que se refiere?. |
