Múltiples estudios en la última década han demostrado una relación estrecha entre tocar un instrumento y la mejora de los procesos cerebrales. Un ejemplo de ello es una investigación reciente donde se asegura que la práctica musical y por lo general de varios años si no es que gran parte de la vida de una persona, se asocia con una mayor plasticidad de la estructura cerebral y funcionalidad. Es así que a partir de dicha investigación se ha logrado demostrar que el cerebro puede ser modelado a través de alguna experiencia específica como en este caso lo es la música.
Tu cerebro crece
Asi es, otro estudio realizado por el Dr. Gottfreid Schlaug del Centro Médico Israelí de la ciudad de Boston ha reportado que el cerebelo es más grande de lo normal en estudiantes masculinos de música clásica que en hombres que no estudian música. Para comprobar tal aseveración Schlaug ha utilizado equipos de resonancia magnética nuclear para comparar los cerebros de 32 instrumentistas clásicos diestros con los de otros 24 hombres también diestros que no tocaban ningún instrumento musical. El ha encontrado una diferencia del 5% en el volumen de sus cerebelos.
Partiendo de la información que tantos estudios al respecto han arrojado, es que cada vez más los especialistas en la psique sugieren una formación musical para mejorar nuestra actividad cerebral o incluso para tratar algunos problemas del lenguaje, de atención, conducta, memoria o de lectoescritura como la dislexia.
Las personas se vuelven más productivas y su cerebro envejece más lento
La ejecución de un instrumento, en especial del piano en personas de más de 60 años que por lo general ya están jubiladas, ayuda a retardar el proceso natural de envejecimiento erebral y los vuelve más activos, algunos incluso cambian o aumentan sus actividades.
El cerebro de los niños cambia
Un estudio llevado a cabo con niños de seis años, a quienes se les enseñó a tocar un instrumento durante 15 meses seguidos, demostró que al final del curso experimentaron cambios en su anatomía cerebral. Las áreas usadas para procesar la música resultaron ser mayores y más activas. Los cambios incluso se notaron a los pocos meses de haber iniciado el curso. Este estudio fue publicado en la revista "Journal of Neuroscience".
Otra investigación canadiense de la Universidad McMaster, elaborada en 2006, señalaba que los cambios se comienzan a detectar a partir de los cuatro meses de enseñanza.
Por su lado psicólogos de la UNAM en nuestro país, también han hecho sus aportaciones al darnos algunos de los beneficios que tiene para la persona (sea hombre o mujer, adolescente, niño o niña) el aprender a tocar un instrumento musical, como por ejemplo la agilidad mental, cambios en la conducta al tener mayor seguridad y confianza y algunas otras más que se mencionarán en la siguiente sección...
Fuente:
eduquemosenlared.com
fundacionnins.blogspot.com
noticiasaudio.com
scoutenriesgo.blogspot.com
sevillatallermusical.blogspot.com
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